sábado, 27 de septiembre de 2014

INFLACIÓN Y DESGOBIERNO

Hace algunos años escribí un artículo en "El Opinador Compulsivo", blog lamentablemente discontinuado, sobre la convertibilidad.

De toda política monetaria y en general económica se puede opinar críticamente o defenderla con argumentos acertados o errados. Pero lo que resulta preocupante en Argentina, es el nivel de autocensura a que se ha llegado, paralelo con la influencia decisiva del gobierno en la información -desinformación- pública.

Es probable que en la actual circunstancia política y económica que se vive, sea imposible un retorno a la convertibilidad. Pero debatir acerca de ella hace a la libertad intelectual, valor que se va extinguiendo, a la par del auge del posibilismo, de la cobardía ideológica y de la confusión

Nuestra actual dirigencia, por acción del gobierno y por omisión de los llamados opositores, nos está llevando a niveles cada vez mayores de inflación y de pobreza. Si cae la demanda de dinero nacional -por las expectativas crecientes de inflación- puede dispararse la hiperinflación; o procurando impedir la fuga masiva del público hacia el dólar, el gobierno recurrirá -no lo cuesta mucho- a medidas autoritarias y quizás a encarcelamientos "ejemplificadores". No logrará nada. Entre Escila de la inflación y Caribdis de la recesión, preferirá, sin conseguirlo, evitar lo segundo fomentando el consumo. Por supuesto, para hacerlo necesita incrementar el gasto público y la emisión de moneda, aun a costa de agravar los problemas futuros y generar problemas insolubles: si se quiere evitar que la adicional demanda agregada que se busca generar impacte en la balanza comercial, procurará cerrar más la economía, lo que se traducirá en mayores precios internos y menor oferta de bienes. Si quiere evitar o atenuar la suba de precios con los controles policíacos propios de la ley de abastecimiento, provocará desabastecimiento. Más dinero en la plaza se traducirá en precios cada vez más altos del dólar y de otras divisas extranjeras, lo que agravará la brecha con su valor oficial, hasta que el actual gobierno o el que le siga se vea obligado a devaluar. De la presente situación saldremos -si salimos- empobrecidos, sin infraestructura, y con un retraso severo en los niveles educativos de nuestra juventud. Esto último no está ligado directamente con la política económica, pero sí con una política interna demagógica, facilista y basada en el autoengaño, la ceguera ideológica y el autismo. No hablo de la corrupción, porque con las ideas patéticamente falsas que campean en el discurso oficial, los resultados serían iguales aunque sus dirigentes fueran impolutos desde el punto de vista pecuniario.

Formulada esta introducción, copio un link a mi ya viejo post sobre la convertibilidad.
http://opinadortextos.blogspot.com.ar/2006/12/convertibilidadxe-el-corraln-es-que.html
http://opinadortextos.blogspot.com.ar/2006/12/convertibilidadxe-el-corraln-es-que.html

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