lunes, 6 de julio de 2009


El "modelo productivo" iniciado en el año 2002, y continuado hasta el presente significó una fenomenal destrucción de capital físico, humano y social; es por eso que pese a las distorsiones, a la "contabilidad creativa" de las cuentas nacionales y el sistemático ocultamiento, la verdad aflora a poco que se analicen las propias estadísticas oficiales, si no fuera suficiente recorrer las calles, donde proliferan los vehículos con tracción a sangre, detenerse en los semáforos, circular por las avenidas y recorrer a pie, cada vez con mayores precauciones, nuestras ciudades. El INDEC puede ocultar los crudos y descarnados hechos hasta cierto punto, sobre todo subestimando la inflación y consecuentemente, sobreestimando el crecimiento en moneda constante, pero aún así, la realidad termina por imponerse. Después de todo, ni todos son mendaces, ni los mendaces pueden mantener la mentira indefinidamente.
Es sabido que en el largo plazo, los países crecen por el progreso tecnológico, la acumulación de capital físico, humano –educación y "abilities" conducentes al desarrollo- y capital social (una disminución de los permanentes y estériles conflictos que paralizan la actividad económica, una mayor confianza –fundada en hechos-entre los habitantes, un incremento en el cumplimiento voluntario de las obligaciones contractuales y legales, y de las normas informales de respeto a los demás). En nuestro país no se fomenta la incorporación de tecnologías, se ha producido una enorme desinversión en energía, ha disminuido el capital físico de las empresas, se ha destruido la educación, y se ha generado el caos social, con una política de "tolerancia 100%" a la transgresión y al delito. No hay ningún motivo, si no se produce un brusco giro de timón, para que las cosas dejen de empeorar, en medio de una recesión mundial que, empero, no es la causa de nuestra decadencia, ni es el mundo el que vino a destruir nuestros sueños.
Pese al favorable contexto internacional durante los años 2002-2007, el gobierno no aprovechó el viento de cola, y atribuyó la reactivación –desde niveles muy bajos- a inexistentes méritos propios. Ayudado por una bien aceitada –con dinero o presiones- maquinaria publicitaria, y buscando siempre culpables en el pasado, destruyó la producción ganadera, la agrícola salvo soja, la producción de bienes de capital, la inversión en infraestructura, y nos dejará un país más pobre que después de la crisis de 2001.
Algunas cifras del INDEC sirven para evidenciar este cuadro de inmiseración:




Stock de capital a precios de 1993



INCREMENTO 1998-2006
INCREMENTO POBLACION
INCREMENTO STOCK POR PERSONA
INCREMENTO 2001-2006
STOCK PER CAPITA 2001-2006
(en miles de pesos)


















1998
2001
2006





STOCK DE CAPITAL AGREGADO
636.592.081
668.841.057
727.256.424
1,142421
1,0824
5,549603%
1,08733819
0,460402%









EQUIPO DURABLE
157.862.174
163.687.512
175.851.992
1,113959
1,0824
2,919930%
1,074315255
-0,742802%
MAQUINARIA Y EQUIPO
120.483.698
122.440.509
123.860.186
1,028024
1,0824
-5,019663%
1,011594835
-6,537612%
Nacional
72.724.650
65.333.843
62.672.177





Importado
47.759.048
57.106.666
61.188.009




Stock de capital a precios de 1993

INCREMENTO 1998-2006
INCREMENTO POBLACION
INCREMENTO STOCK POR PERSONA
INCREMENTO 2001-2006
STOCK PER CAPITA 2001-2006
(en miles de pesos)


















1998
2001
2006





STOCK DE CAPITAL AGREGADO
636.592.081
668.841.057
727.256.424
1,142421
1,0824
5,549603%
1,08733819
0,460402%









EQUIPO DURABLE
157.862.174
163.687.512
175.851.992
1,113959
1,0824
2,919930%
1,074315255
-0,742802%
MAQUINARIA Y EQUIPO
120.483.698
122.440.509
123.860.186
1,028024
1,0824
-5,019663%
1,011594835
-6,537612%
Nacional
72.724.650
65.333.843
62.672.177





Importado
47.759.048
57.106.666
61.188.009





El stock de capital a precios de 1993 –formulando la salvedad de que para deflactar al año 1993, debe contarse con índices confiables de precios, que no infracontabilicen la inflación real- muestra un índice de incremento del 14,24% en 8 años. Pero dado que la población se incrementó en ese lapso un 8,24%, el incremento del capital per cápita sería –si las cifras fueran sinceras, de apenas un 5,54% en 8 años. Si comparamos, en cambio, con los guarismos al año 2001, el incremento fue apenas de un 0,460402% per cápita.
La creación de capital en equipo durable se incrementó el 2,92% entre 1998 y 2006 y decreció 0,74% entre 2001 y 2006.
Dentro de la inversión en equipo durable, la inversión más claramente reproductiva, que es en maquinaria y equipo, se redujo un 5,02% per cápita entre 1998 y 2006, y 6,54% entre 2001 y 2006.
En síntesis:
*Tenemos menor inversión en equipo durable por persona que en 1998 y 2006.
* No ha habido sustanciales mejoras tecnológicas.
* Soportamos ya varios años de crisis energética por desinversión, motivada por los precios políticos, la política hostil a las empresas extranjeras, las relaciones carnales con Venezuela y la despreocupación por el respeto de los contratos
* Se ha deteriorado hasta niveles increíbles nuestro sistema educativo.
* La inseguridad personal pasó a ser algo más que una "sensación": es una dolorosa y acuciante realidad, que cobra anualmente miles de víctimas de la ceguera y el ideologismo del gobierno, que mira a los delincuentes como víctimas de un sistema social injusto.
* La inseguridad jurídica ahuyenta nuevas inversiones y provoca fuga de capitales, que ya supera al al de la crisis de 2001 (http://www.cronista.com/notas/141763-la-fuga-capitales-el-ultimo-ano-supera-la-la-crisis-2001).
Ese país es el que tiene que cambiar. Pero no sólo deben cambiar las personas que ocasionalmente ocupen cargos en los poderes políticos, ni las prácticas más corruptas, sino la mentalidad antiempresaria, estatista y dirigista; las políticas fiscales destructivas de la inversión (a título meramente ejemplificativo, el no reconocimiento del ajuste por inflación); la inseguridad jurídica, la discrecionalidad y la arbitrariedad. Cambiar figuritas, sin mutar las ideas que presiden las políticas nos llevará a otra de las tantas frustraciones que han signado la vida de nuestro país.

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